El desafío de la doble materialidad

08.02.2022 | Tendencias

Durante la última COP, las distintas iniciativas de reportes de sostenibilidad están avanzando en el concepto de doble materialidad y en su posible estandarización. A través de ella, las empresas deberían considerar los riesgos y oportunidades desde una perspectiva tanto financiera como no financiera.


La COP26, realizada en Glasgow, expuso la existencia de una brecha entre las acciones, las promesas y lo que realmente se necesita. En este sentido, para garantizar acciones rápidas, se requiere, con urgencia, información útil para tomar decisiones orientadas a los tipos correctos de inversiones públicas y privadas.

Actualmente, esto es deficiente en términos de calidad, cantidad y comparabilidad. Por lo tanto, se requiere un conjunto coherente de requisitos para los informes, que ayude a producir información de sostenibilidad comparable y útil para la toma de decisiones entre jurisdicciones y empresas, a nivel mundial.

Así, durante las reuniones de la COP26, en noviembre de 2021, la Fundación de Estándares Internacionales de Reportes Financieros (IFRS, por sus siglas en inglés), anunció la formación de la Junta de Normas Internacionales de Sostenibilidad (ISSB) para desarrollar "una base global integral de normas de divulgación de sostenibilidad de alta calidad".

Asimismo, la IFRS anunció la consolidación de la Value Reporting Foundation (VRF) y la Junta de Normas de Divulgación Climática (CDSB) en su misma Fundación. Esto significa que, cuatro de las cinco principales organizaciones de informes de sostenibilidad del mundo, están trabajando de manera coordinada en un estándar uniforme para los reportes.

Esta norma se centra en el valor empresarial. La intención es desarrollar estándares que requieran que las empresas proporcionen toda la información material relacionada con asuntos importantes de sostenibilidad que son relevantes para la toma de decisiones de los inversores, incluidos los requisitos temáticos y basados en la industria. "Pero esta aproximación es limitada, porque puede omitir información sobre el impacto y las externalidades negativas.", habría expresado Victor van Hoorn, Director Ejecutivo de Eurosif.

En cambio, un enfoque basado en la doble materialidad, puede proporcionar información sobre cómo los problemas de sostenibilidad afectan a la empresa (materialidad financiera), así como sobre cómo la empresa impacta en el medio ambiente y la sociedad (materialidad ambiental y social). De esta manera, proporcionará la información y nivel de transparencia necesario para que las partes interesadas entiendan el desempeño de sustentabilidad de una empresa.

Adoptar el concepto de doble materialidad significa que, las empresas deben considerar los riesgos y oportunidades desde una perspectiva tanto financiera como no financiera. Deben asumir la responsabilidad de cómo sus decisiones afectan el ambiente.

Por un lado, una empresa identifica y evalúa aquellos temas de sostenibilidad que influyen en el valor de la empresa, que puede ser la materialidad financiera o impactos hacia adentro. El principal destinatario de esta información son los inversores, prestamistas u otros acreedores.

Mientras que, por el otro lado, la empresa identifica y evalúa los impactos en la economía, el medio ambiente y las personas. Esto se refiere a la materialidad ambiental y social o a los impactos hacia afuera. En ese caso, la información está apuntada a gobiernos, consumidores, socios comerciales, inversores responsables, empleados, organizaciones de la sociedad civil, comunidades y grupos vulnerables.

Además, la doble materialidad también es aplicable a un tema como la diversidad, la equidad y la inclusión. En un mercado enfocado en el talento, la capacidad de una empresa para atraer una fuerza laboral diversa puede mejorar su productividad e influir en su valor empresarial.

A nivel internacional, la taxonomía verde de la UE y las Directrices sobre la presentación de información relacionada con el clima, confirman la doble materialidad como base para la divulgación de información no financiera. La Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD) de la UE, cuya implementación está prevista para 2023, también incorporará el concepto de doble materialidad.

Asimismo, el Grupo Asesor Europeo de Información Financiera (EFRAG, por sus siglas en inglés), está desarrollando sus propios estándares de sostenibilidad, que podrán ser obligatorios para unas 50.000 empresas en toda la Unión Europea. EFRAG declaró que adoptará un enfoque de doble materialidad, que no solo considera lo que es material para los inversores, sino también el impacto material que tiene una empresa en el medio ambiente y la sociedad. Además, anunció una Declaración de Cooperación con la Iniciativa de Información Global (GRI) en julio de 2021.

GRI es la norma de reporte más utilizado en el mundo empresarial, pero no se ha consolidado en el ISSB. La aplicación de la ´doble materialidad´ siempre ha sido un tema central para GRI desde sus inicios, en gran parte debido a que su desarrollo se basa en un enfoque de múltiples partes interesadas, en el que los sindicatos y los grupos de la sociedad civil tienen una influencia significativa”, había expresado John Sayer, director de la iniciativa Carbon Care Asia (CCA).

Además advirtió que:“Se está gestando una posible fragmentación de reportes. En el caso de ISSB, que puede contemplar una versión debilitada de doble materialidad, puede significar una migración de los estándares de informes GRI a ISSB. Como consecuencia, el sector empresarial podría estar enviando y recibiendo una señal equivocada sobre su impacto en el ambiente y la sociedad, que podrían considerarse secundarias en comparación con el impacto financiero del medio ambiente en una empresa”.

Por último, el G7 Impact Taskforce (ITF), apoya el enfoque de la ISSB, para desarrollar una línea base de información global, que esté enfocada en el impacto de los factores de sostenibilidad de los valores empresariales. Pero al mismo tiempo, recomendó que este enfoque incluya otros impactos que los informes no abordarían. “Así, las declaraciones de la ITF mostrarían su apoyo al enfoque más amplio de informes de ´doble materialidad´ que se centra en los impactos de las actividades comerciales en la sociedad y el medio ambiental.”, expresó Bernie Kilkelly, VP y Director de ESG Disclosure, G&A Institute, sobre el tema doble materialidad.

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