Race to Zero

El rol de la Universidad de Oxford en la evaluación de la nueva Campaña de la COP26

08.07.2020 | Cambio Climático

Thomas Hale, profesor asociado de Política pública global en la Universidad de Oxford, describe los criterios de selección que deberán cumplir los participantes de la nueva Campaña “Race to Zero” lanzada por Chile y Reino Unido de cara a la COP26 dirigida a movilizar a los actores no estatales o supranacionales, como las empresas, ciudades, regiones, e inversores para lograr la carbono neutralidad o emisiones netas cero para 2050.


La campaña, bajo la dirección de los Champions Climáticos de Alto Nivel de la ONU para el Reino Unido y Chile, Nigel Topping y Gonzalo Muñoz respectivamente, fue lanzada el 5 de junio y ya cuenta con coalición sin precedentes que abarca 992 empresas, 449 ciudades, 21 regiones, 505 universidades y 38 de los mayores inversores. En el evento virtual de presentación, Gonzalo Muñoz, Champion de la COP25, indicó que se buscará que esta campaña sume diez veces más actores no estatales de cara a la COP26 y que a diferencia de otras campañas tendrá una evaluación anual de progreso y un criterio mínimo para participar diseñado bajo el liderazgo de la Universidad de Oxford.

ComunicarSe conversó con Thomas Hale, profesor asociado de Política pública global en la Universidad de Oxford,  sobre este criterio de selección de participantes.

¿En qué consiste el rol de la Universidad de Oxford en definir quién ingresa y quién no a la campaña Race to Zero?

“Los Champions de Chile y Reino Unido cuando diseñaron la campaña consideraron convocar a un grupo de pares expertos para definir quién ingresaba a la campaña y cómo se evalúa la participación periódicamente para garantizar rigurosidad. Como universidad, nosotros cumplimos el rol de mediador entre estos actores, y estamos felices de hacerlo, pero no dependerá de Oxford la decisión de quién ingresa y quien no, sino que será responsabilidad del comité de expertos formado por científicos, académicos, y representantes de las iniciativas que son parte de la campaña. El objetivo es liderar un proceso que nos garantice que los miembros de la campaña mantengan el nivel de ambición que requiere el Acuerdo de París y para ello se realizará una revisión anual a los miembros para que demuestren que están cumpliendo y mejorando. 

Quiero destacar que se trata de la primera campaña de Naciones Unidas que cuenta con un criterio riguroso de evaluación con expertos definiendo quién ingresa y cómo se mantiene como miembro. Es muy bueno que Chile y el Reino Unido haya decidido crear este comité de expertos para garantizar la credibilidad de la campaña. A fin de mes publicaremos la lista de miembros de este comité.

En mayo se publicó un documento que sintetiza los criterios de evaluación para los participantes y define qué deben incluir las metas de neutralidad de carbono para ser rigurosas, ¿en qué consisten estos criterios?

“La Universidad de Oxford condujo el desarrollo de este criterio que se incluye en el documento que mencionas. Se trata de un trabajo realizado con la comunidad científica y con las iniciativas para determinar qué elementos mínimos se requieren de una meta creíble en neutralidad de carbono. El foco en la campaña  es la acción, que las metas sean creíbles y se cumplan. No solo basta que sea carbono neutral, necesitamos que sea real. La sociedad civil es muy escéptica de los compromisos climáticos de las empresas, y el pedido político de ambas presidencias de las COP es que los miembros establezcan una rigurosa y robusta evaluación de estos compromisos".

En el documento se describen las convergencias y divergencias en las metas de neutralidad de las diferentes iniciativas que participaron, ¿en dónde están las diferencias?

En los últimos años se han multiplicado la cantidad de iniciativas y redes que se proponen una meta de neutralidad de carbono. Desde inversores hasta ciudades, se han propuesto estas metas y esto ha sido un resultado positivo del Acuerdo de París y de las recomendaciones del informe 1.5 grados del IPCC que nos pide lograr la neutralidad de carbono para mediados de siglo. Nos agrada ver que muchos actores están proponiéndose estas metas, hasta algunos nunca antes imaginados como empresas de petróleo y aerolíneas.  Pero esta multiplicación de metas levanta sospechas sobre la credibilidad de algunas de ellas.

Lo que hicimos en la Universidad de Oxford fue crear un cuestionario de los criterios que debería tener una meta de neutralidad de carbono para ser aprobada por la ciencia. Trabajamos con la coalición de ciudades, redes empresariales, para entender sus métodos de medición y promover mayor convergencia entre las metodologías y mejores prácticas. El trabajo no significó calificar una práctica como buena o como mala, es más complicado que eso, requiere un trabajo comprensivo entre iniciativas y promover una alineación colaborativa. Ese fue el espíritu de las conversaciones que iniciamos en 2019.

Observamos que las metas son muy diferentes unas de otras y hemos sintetizado estas diferencias en cuatro puntos de convergencia y divergencia: 1) alcance; 2) temporalidad; 3) Offsetting (meta de compensación de emisiones); 4) equity o equidad; 5)incertidumbres futuras;6) dependencia en terceros; y 7) gobernanza.

Los dos primeros puntos son más sencillos de entender porque refieren al alcance de la meta y todos coinciden en que debe alcanzar a todos los tipos de gases y todas las actividades; y al tiempo para lograrlo y el pedido de la ciencia por el 2050 ha primado en todas las iniciativas. Pero en el resto de criterios vemos mucha divergencia”.

¿Cuáles son diferencias en offsetting o compensación de emisiones? ¿Usted considera que la demora en aprobar el Artículo 6 de mercados de carbono en el Libro de Reglas del Acuerdo de París es una de las razones de esta divergencia?  

“La compensación de emisiones conocida como Offsetting es una práctica que implica usar reducciones de emisiones u otros gases de efecto invernadero logradas afuera de las operaciones para compensar las emisiones generadas por mis operaciones. Por ejemplo, cuando compras un vuelo puedes pagar un poco más para compensar emisiones generadas por ese avión, a través de plantar árboles o un proyecto de energía renovable. Pero estas prácticas son muy complicadas y surgen muchas preguntas sobre la duración de esta compensación en términos de permanencia. Por ejemplo si el árbol se corta vuelve a liberar emisiones, entonces cómo garantizamos esta compensación en el tiempo.

Sin embargo, existe un mayor consenso en torno a la idea de se debería priorizar las reducción de las emisiones internas, para luego pensar en compensar emisiones que no puedas eliminar. Otros indican que debería utilizarse la compensación solo para actores o sectores más difíciles en reducir sus emisiones, como la aviación.

Si el Artículo 6 no se acuerda significaría que no tendremos un mecanismo “oficial” para la contabilidad de emisiones y hará que estas metas estén menos reguladas y sean de peor calidad en términos de rigurosidad científica. Lograr un creíble y robusto Artículo 6 para el mercado de carbono es clave para saber cuán importante será la compensación de emisiones en el futuro. Si yo fuera una aerolínea y hablara en serio sobre la neutralidad de carbono, entonces presionaría para que se apruebe el Artículo 6 de otra maneras no contaré con herramientas para compensar”.

El Criterio mínimo de participación se describe como una línea de partida para la campaña, una especie de línea de base, y no necesariamente se exige que todos tengan una meta de carbono neutralidad sino que deben por lo menos iniciar un proceso de definición de metas. ¿Qué significa esto en la práctica?

“Cuando iniciamos el diseño de la campaña queríamos evitar crear un club de iniciativas élite donde estén los mejores y los que ya tienen metas de carbono neutralidad únicamente, dejando afuera al resto. Porque la realidad es que todos vivimos en un mismo planeta y debemos lograr que todos participen en esta carrera, entonces el criterio fue poner una línea de partida para ser un corredor creíble en esta carrera. Por ejemplo, Roll Royce es una empresa que construye motores para aviones y deberá repensar su negocio completamente, y quizás parta en la campaña con menos acciones que una empresa de tecnología que quizás ya es carbono neutral. Entendemos que todos tienen avances en tiempo diferentes y el mensaje que queríamos dejar es que todos estamos en esta carrera juntos y debemos proponernos metas para trabajar juntos y llegar a la meta antes de 2050. Es una visión inclusiva para que cada uno se mueva a su tiempo pero que se muevan todos, ese es el espíritu”.

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