Justin Trudeau reelige en Canadá con una campaña basada en la crisis climática

24.10.2019 | Cambio Climático

El primer ministro de Canadá basó parte de su discurso electoral en la promesa de llevar a Canadá a ser carbono neutral en 2050. 


En el marco de la campaña electoral canadiense el Partido Liberal dijo estar comprometido a que el país alcanzará emisiones netas de carbono nulas para 2050. Trudeau prometió que establecerán objetivos jurídicamente vinculantes que deberán alcanzarse cada cinco años, sobre la base del asesoramiento de expertos y las consultas con los canadienses, para alcanzar el objetivo de cero emisiones netas para 2050 y que nombrarán a un grupo de científicos, economistas y expertos para que recomienden el mejor enfoque para lograr el objetivo de cero emisiones netas.

Por el contrario, el principal contendiente de la elección, Andrew Scheer, del Partido Conservador, prometió eliminar la tasa al carbono que fijó Canadá hace dos años. 

Según la plataforma electoral del Partido Liberal, estos compromisos están «en consonancia» con las acciones de los liberales en la carrera contra el cambio climático, que ya incluye 50 medidas para reducir la contaminación y proteger nuestro medio ambiente. Los programas son:

- la prohibición de los plásticos y microesferas nocivos de un solo uso;
- la supresión gradual de las centrales eléctricas de carbón para 2030 y las inversiones en energías renovables, como la eólica y la solar;
- la introducción de un precio a la contaminación por carbono, de modo que la contaminación ya no sea gratuita en ningún lugar de Canadá, al tiempo que se devuelve más dinero a los bolsillos de los canadienses;
- la construcción de 1.200 proyectos de transporte público en todo el país;
- vehículos de emisiones cero más accesibles y asequibles;
- inversiones en eficiencia energética para ayudar a las familias y a las empresas a ahorrar dinero.

Casi como un némesis de su vecino Dondald Trump, el joven primer ministro puso en marcha una agenda liberal radical. Su Gobierno se destacó por haber aprobado una tasa al carbono, subido los impuestos los más ricos, mejorado la protección social y reducido la pobreza; ha legalizado la marihuana, acogido a miles de refugiados e impulsado una agenda de reconciliación histórica.

No todas fueron luces en su política ambiental. También incurrió en contradicciones, criticadas sus seguidores ecologistas, al anunciar la nacionalización del gran oleoducto Trans Mountain con el fin de de asegurar su expansión, justificándose en la necesidad de equilibrar el cuidado medioambiental con la extracción de petróleo, unos de los grandes pulmones económicos del país. En su mayoría, este crudo es extraído de arenas bituminosas, conocidas por su alto impacto ambiental. 

“La aprobación del proyecto por parte del Gobierno de Trudeau, luego de haber declarado que estamos en estado de emergencia climática, es igual de lógica que tratar de apagar un incendio con un lanzallamas”, declaró en su momento Patrick Bonin, vocero de Greenpeace a Radio-Canadá. 

Para alentar a las empresas a participar en el esfuerzo de reducir las emisiones de gas efecto invernadero, Trudeau anunció que su nuevo  gobierno "reducirá a la mitad los impuestos de las empresas de emisiones cero y tecnologías limpias", como los fabricantes de baterías para automóviles eléctricos o de paneles solares.

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