“La revolución de la electromovilidad es una muy buena noticia y tiene como uno de sus componentes fundamentales al litio”

12.04.2021 | Entrevistas

Entrevistamos a Ellen Lenny-Pessagno, Country Manager de Albemarle en Chile y recientemente nombrada VP Global de Sustentabilidad de Litio, sobre la certificación de la Norma IRMA, considerada como “el” estándar de certificación para asegurar una minería responsable, y sus planes para responder a la nueva demanda creciente del mineral y las nuevas exigencias de la industria automotriz por transparentar su cadena de suministro.


¿Por qué se eligió el estándar IRMA para certificar las operaciones mineras en el salar de Atacama en Chile?

Albemarle tiene desde hace muchos años un compromiso total con la sostenibilidad y entendemos la importancia de demostrar nuestro desempeño, mostrar de manera transparente cómo operamos y ayudar a derribar los mitos relacionados al litio. Pero no basta con que nosotros lo digamos. Es clave que una tercera parte independiente sea la que verifique nuestro trabajo. Elegimos el estándar IRMA luego de analizar todos los estándares actuales, y decidimos ir por el más comprehensivo y exigente que encontramos. Se trataba de tomar el liderazgo en la materia y responder a las solicitudes de la industria automotriz por información más detallada sobre su cadena de abastecimiento. Para ello necesitábamos un estándar único para poder mostrar nuestro desempeño, un estándar que aplique a todos los tipos de minerales y que facilite a los clientes poder medir y evaluar la cadena de manera integral y homogénea. La norma IRMA fue diseñada en un proceso transversal con clientes, ONG, sociedad civil y sindicatos durante 10 años de trabajo y el resultado fue una norma que concilia todos los intereses de los involucrados en minería, incorporando las demandas sociales y comunitarias.

Estamos muy contentos en Albemarle de haber finalizado el proceso de autoevaluación que comenzamos en septiembre de 2020 y de ser reconocidos en el Mapa de la Minería Responsable, impulsado por IRMA, como la primera empresa de litio en completar el proceso de autoevaluación. Es el primer hito en nuestro camino iniciado con IRMA. Esta autoevaluación la hicimos en nuestra Planta Salar de Atacama, ya que es ahí donde nace gran parte del litio que es fundamental para la revolución de le electromovilidad que está en marcha.

¿Cómo son los pasos para certificar la norma y en qué etapa están en la empresa?

El proceso de autoevaluación implicó analizar varias dimensiones de la gestión de nuestras operaciones. Debimos levantar la información para todo el negocio en Chile, fue muy interesante el proceso, porque nos mostró todo lo que hemos avanzado y también cuáles son las brechas por mejorar.

El siguiente paso es comenzar la auditoría por una empresa independiente que evaluará la documentación y visitará las operaciones de Planta Salar para verificar el cumplimiento del estándar. Es una herramienta tremendamente importante para demostrar nuestro liderazgo, y nos va a permitir conocer dónde tenemos oportunidades para seguir mejorando. Esperamos que las visitas de la auditora se inicien a principios de 2022. La certificación tiene cuatro niveles y nuestra meta es lograr la certificación más alta, lo que implica un gran desafío. Hoy solo hay dos empresas mineras certificadas en la industria, una mina mexicana y una en Tanzania.

Con esta certificación podremos mostrar a clientes y consumidores que nuestra producción de litio en Chile se realiza en forma sostenible. Y todo ello, validado por terceros independientes.

¿Qué otras operaciones se sumarán en esta evaluación además de la de Antofagasta?

Esperamos expandir a otras operaciones como a las de Australia y Estados Unidos, donde producimos litio desde 1960. ¿Por qué iniciar en Chile? Porque es una de las operaciones más grandes e importantes y porque tenemos una larga historia de producción sostenible, con diálogo y transparencia.

¿Cómo se espera la proyección del litio este año? ¿Cómo se abordará el nuevo contexto de nuevas licencias?

La revolución de la electromovilidad es una muy buena noticia para el planeta y tiene como uno de sus componentes fundamentales al litio, por lo que también es un factor importante en la demanda. Desde hace bastante tiempos nos hemos preparado para ello, sabiendo que esta producción debe ser sostenible. Las medidas de prevención y el enorme compromiso de todo nuestro equipo en Chile ha permitido que sigamos construyendo la nueva Planta 3 en La Negra, que nos permitirá tener la capacidad de duplicar nuestra producción hasta llegar a 84 mil toneladas métricas por año.

Nuestro pronóstico de demanda aumenta en 14% de lo que estábamos viendo, y esperamos superar el 1,1 millón de toneladas demandadas en el mundo en 2025. Para hacerse una idea, la demanda mundial actual es de 300 mil toneladas.

¿Cómo miran el nuevo impuesto a la minería que se discute a nivel parlamentario?

Respetamos la labor parlamentaria y esta discusión nos permite hablar de las condiciones que tiene el litio en Chile, que son únicas en el mundo. El contrato que tenemos con el Estado de Chile y que nos permite operar hasta 2043 establece una serie de exigencias que estamos muy orgullosos de poder cumplir. Por ejemplo, pagamos la mayor comisión por kilo a nivel mundial por la extracción de litio (superior en más de 300% a la de otros países) la que puede llegar al 40% del precio de venta final. Pero, además, al año 2043 habremos hecho la mayor contribución del sector privado a investigación y desarrollo al país, que llegará a casi 300 millones de dólares. Con estos fondos ya se ha financiado un Centro de Economía Circular y un Consorcio para la electromovilidad, dos temas fundamentales para el desarrollo del país. Entonces, cuando hablamos del aporte de la industria del litio a Chile, del valor agregado, también nos referimos a este tipo de acciones que representan un gran ejemplo de trabajo conjunto entre el Estado y una empresa.

¿En qué estado se encuentra el estudio hidrogeológico de Corfo? ¿se resolvió el problema de transparencia?

A través de todas nuestras solicitudes hemos expresado el interés en que este estudio pueda estar disponible para la ciudadanía en general, así como para quienes hemos aportado información ambiental para su desarrollo. Este informe, de carácter público, tiene relevancia ambiental, y debe ser un aporte para velar de manera conjunta por la sostenibilidad de la cuenca del Salar de Atacama. Aún no tenemos acceso. Nuestro recurso está aún pendiente de resolución por la Corte de Apelaciones de Santiago.

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