Los fondos de inversión presionan a las empresas que más CO2 emiten

13.12.2017 | Cambio Climático

Una alianza de 225 fondos, con activos por valor de más de 22,4 billones de euros, lanzó una iniciativa denominada Climate Action 100+ para presionar a las que consideran las 100 compañías internacionales que más emisiones de gases de efecto invernadero expulsan.


Los fondos han elaborado un listado con un centenar de compañías que son consideradas las más contaminantes del planeta. Se tuvieron en cuenta sus emisiones directas e indirectas y las que están asociadas a los productos que elaboran. La lista abarca desde grandes petroleras —como ExxonMobil, BP, Imperial Oil, Gazprom, Shell o Total— hasta fabricantes de automóviles —como Fiat, General Motors, Ford, Nissan o Volkswagen— o de aeronaves —como Airbus y Boeing—. Pero también se incluyen gigantes de otros sectores como Nestlé, Panasonic o PepsiCo.

El sector energético e industrial es el responsable de más del 85% de las emisiones generadas por el ser humano de CO2, el principal gas de efecto invernadero. La iniciativa presiona a las empresas que más emisiones emiten. Se les pide que tomen medidas para reducir los gases de efecto invernadero que generan y que esos planes sean coherentes con el objetivo del Acuerdo de París de limitar a final de este siglo el aumento de la temperatura media mundial a dos grados centígrados respecto a los niveles preindustriales.

También exigen que mejoren la información que ofrecen a sus inversores sobre cómo puede afectar a sus planes de negocio el cambio climático. Este último pedido ya está siendo solicitado por los accionistas a cada una de las empresas. Por ejemplo, los accionistas de ExxonMobil votaron mayoritariamente a favor de que la compañía informara sobre las implicaciones del cambio climático y las políticas contra el calentamiento para su negocio.

Entre los impulsores de la iniciativa Climate Action 100+  se destacan el banco HSBC o el fondo de pensiones de los trabajadores públicos de California (CalPERS), el mayor de este tipo de todo EE UU. Este último caso es paradigmático de un movimiento silencioso que se está produciendo en el mundo financiero. En 2015 California aprobó una ley para que este fondo de pensiones dejara de invertir en las centrales térmicas de carbón por su impacto en el cambio climático. Este año CalPERS ha concluido ese proceso de desinversión y se ha desvinculado del carbón a pesar de las proclamas de Donald Trump a favor de este combustible fósil.

A la iniciativa de los fondos de inversión se le unieron anuncios concretos de desinversión, como los del banco BNP Paribas o el banco ING. Ambas entidades dijeron que retirarán su dinero de las empresas que se dediquen mayoritariamente al negocio del carbón. Paralelamente, estas empresas anunciaron su intención de aumentar sus inversiones en energías renovables, que no emiten gases de efecto invernadero.

Pese a esto, dos nuevos informes recientemente publicados revelan cómo los grandes bancos e inversores están socavando activamente los objetivos climáticos del Acuerdo. Entre enero de 2014 y septiembre de 2017, los grandes bancos proporcionaron US $ 630 mil millones en financiamiento a los 120 principales desarrolladores de plantas de carbón, y los principales inversores institucionales invirtieron cerca de US $ 140 mil millones en las mismas compañías.

Añadir nuevo comentario