Presencia de nuevas autoridades ambientales de Argentina y Bolivia en la COP25

12.12.2019 | COP25 Chile

La segunda semana de la COP25 recibió a las autoridades de alto nivel, entre ellos ministros de ambientes y jefaturas de cambio climático. Sorprendió ver en la agenda a las nuevas y recientes autoridades designadas por los gobiernos de Bolivia y el de Argentina.


Juan Cabandié juró como ministro del nuevo gobierno de Alberto Fernández y al día siguiente estaba en la COP25 para dar un discurso ante Naciones Unidas. En un discurso breve, el nuevo ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible agradeció a España y Chile por los esfuerzos para organizar la cumbre de cambio climático y expresó las intenciones del presidente argentino que acaba de asumir. Mencionó en su discurso a la encíclica Laudato Sí del Papa Francisco, reivindicada por el propio Alberto Fernández en su discurso de asunción ante el Congreso.

Al día siguiente, se reunió con organizaciones de la sociedad civil y la prensa para describir las intenciones de su nuevo gobierno. Destacó la importancia de la cumbre y mencionó la ley de educación ambiental que recibió media sanción y que se espera pueda conducir cambios en la currículo educativa de la Argentina.

Por otro lado, la sorpresa también llego de la mano de Bolivia. Luego de la salida de Bolivia de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba)  en noviembre pasado, se auguraba que la participación de la delegación negociadora en la Conferencia de Naciones Unidas de Cambio Climático (COP25) se viera comprometida. Efectivamente, hasta el lunes 3 de diciembre cuando inició la conferencia no figuraba ningún miembro del Ejecutivo boliviano acreditado como delegado oficial para las negociaciones.

Sin embargo, en la segunda semana de negociaciones hizo presencia la recién designada Ministra interina de Ambiente y Agua, María Elva Pinkert de Paz. En su discurso ante Naciones Unidas, destacó que los últimos 14 años, resultado de una inadecuada política ambiental del anterior gobierno, Bolivia se convirtió en el país con la deforestación per cápita más alta del mundo. “Cada boliviano llevaba, hasta 2017, la carga de 200 m2 de bosques tropicales destruidos, más del doble que nuestros países vecinos de la Amazonías”.

Pinkert de Paz mencionó que la deforestación e incendios de este año- incluyendo a la Chiquitania, el Parque Tunari y el Parque Madidi, con una superficie de 5 millones de hectáreas- han generado la emisión de 540 millones de toneladas de dióxido de carbono. Aprovechó para solicitar el apoyo económico de los miembros de Naciones Unidas para ayudar a restaurar el Amazonas e instó incluir salvaguardas por los Derechos Humanos y los intereses de las comunidades indígenas en las negociaciones de la COP25.

Finalmente, anunció que revisará y fortalecerá el marco normativo de Bolivia en temas ambientales y que iniciará un proceso de revisión de las Contribuciones Nacionalmente Determinadas o NDC, las metas de reducción de emisiones de Bolivia.

Durante una conferencia de prensa, la Ministra explicó que la revisión de las NDC responde a que son “difíciles de cumplir”.  Además, agregó que tendrá una reunión de Gabinete en Bolivia para abogar algunos artículos del Decreto Supremo N° 3793 que amplía la labor de desmote al departamento del Beni y Santa Cruz para actividades agropecuarias en tierras privadas y comunitarias.

Finalmente, anunció que retomará proyectos de 2004 sobre mercados de carbono que había presentado a nivel municipal aunque no respondió a la pregunta de si Bolivia apoyará o no el mecanismo REDD+ de reducción de las emisiones derivadas de la deforestación.

“Si Bolivia puede participar de los mercados de carbono mundial entonces lo haremos”.

Cobertura exclusiva desde la COP25: María Julia Arana

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