Entre COPs: tres frentes clave para acelerar la acción global

Mayra Stachuk Santos
La agenda climática requiere continuidad, planificación estratégica y acciones concretas que vayan más allá de las declaraciones diplomáticas.
14.08.2025 | Opinion

En noviembre de 2025, Belém será sede de la 30ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30), un evento que reunirá a líderes mundiales para definir metas y compromisos frente a la crisis climática. Sin embargo, expertos coinciden en que el verdadero impacto de las COPs no se limita a los días del evento, sino que depende de lo que se haga entre las conferencias.

La agenda climática requiere continuidad, planificación estratégica y acciones concretas que vayan más allá de las declaraciones diplomáticas. En este contexto, tres frentes se destacan como esenciales para acelerar la adaptación y mitigar los efectos del cambio climático: la reducción del desperdicio de alimentos, la expansión de las energías renovables y la transición hacia una agricultura regenerativa.

El desperdicio de alimentos representa uno de los mayores desafíos ambientales y sociales. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), más de mil millones de comidas se desperdician cada día en el mundo, lo que contribuye con hasta el 10% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.

Este fenómeno no solo agrava la crisis climática, sino que también profundiza la inseguridad alimentaria, especialmente en regiones vulnerables. La reducción del desperdicio requiere inversiones en infraestructura, educación del consumidor y políticas públicas que integren la seguridad alimentaria a la agenda climática. Es una medida urgente con beneficios directos para la salud, la economía y el medio ambiente.

La transición energética es otro pilar fundamental para enfrentar el cambio climático. En muchos países, las fuentes renovables como la solar, eólica e hidroeléctrica ya representan una parte significativa de la matriz energética. Sin embargo, aún existen desafíos técnicos y estructurales que deben ser abordados para garantizar seguridad, flexibilidad y eficiencia en el sistema.

La diversificación de fuentes, el fortalecimiento de la generación distribuida y el desarrollo de tecnologías de almacenamiento son pasos clave para consolidar una economía baja en carbono. Además, el acceso equitativo a la energía limpia puede impulsar el desarrollo sostenible y reducir desigualdades. La agricultura regenerativa emerge como una alternativa poderosa frente a los modelos convencionales. Este enfoque promueve prácticas sostenibles que restauran el suelo, aumentan la biodiversidad, mejoran el uso del agua y capturan carbono de manera más eficiente.

La regeneración de tierras degradadas y la implementación de políticas públicas que fomenten este tipo de agricultura pueden transformar el sector agroalimentario en un aliado estratégico de la acción climática. Además de sus beneficios ambientales, la agricultura regenerativa contribuye a la seguridad alimentaria, la resiliencia rural y el bienestar social.

Más allá de los compromisos asumidos durante las COPs, el éxito de la agenda climática depende de la movilización constante de gobiernos, empresas y sociedad civil. Las organizaciones deben evaluar los riesgos climáticos en sus operaciones e invertir en soluciones resilientes. Los Estados deben garantizar financiamiento adecuado y marcos normativos efectivos. Y la ciudadanía tiene un rol fundamental en la fiscalización y en la construcción de soluciones locales. La adaptación climática no es solo una medida de protección: es una oportunidad para innovar, generar desarrollo y liderar transformaciones profundas. Mantener activa la agenda entre conferencias es esencial para que las metas climáticas se conviertan en resultados concretos.

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