Análisis del ciclo de vida (ACV) y ecodiseño de envases claves para minimizar los impactos ambientales del sector agroalimentario

23.10.2012 | Gestión

En el marco del VIII Congreso Mundial sobre Análisis del Ciclo de Vida (ACV) en el sector agroalimentario se debatieron los avances de la metodología Análisis del Ciclo de Vida (ACV) y el impacto del ecodiseño y la comunicación ambiental en el sector agroalimentario. La  principal conclusión del congreso fue la necesidad de buscar sistemas sostenibles de envasado en la industria alimentaria.


Entre el 2 y el 4 de octubre se realizó el VIII Congreso Mundial sobre Análisis del Ciclo de Vida (ACV) en el sector agroalimentario, en Saint-Malo (Francia) reuniendo a cerca de 450 científicos y expertos de 22 países para debatir sobre los recientes avances en metodología, bases de datos y las herramientas de ACV, y sus aplicaciones en los sistemas de producción y de consumo de alimentos. También se debatió sobre el impacto del ecodiseño y la comunicación ambiental en el sector agroalimentario. La  principal conclusión la necesidad de buscar sistemas sostenibles de envasado en la industria alimentaria.

En el marco del congreso se debatió sobre los hábitos de consumo y generación de residuos de la sociedad europea. Entre los datos aportados se destaca que el 35% de los residuos municipales producidos en la Unión Europea (Eurostat 2011) corresponden a envases. Las estadísticas confirman que más de un 30% de los alimentos se tiran sin haberlos consumido.  El envase de los alimentos es clave para minimizar impactos, concluyeron los expertos.

Se discutió sobre la metodología Análisis del Ciclo de Vida (ACV) consensuada internacionalmente para evaluar ambientalmente un producto o un servicio. Durante las dos últimas décadas, se ha desarrollado y aplicado el ACV en los sectores agrícolas y alimentarios con el fin de cuantificar los impactos medioambientales y servir de ayuda en la toma de decisiones. Esta evaluación se realiza en toda la cadena de valor del producto (desde las materias primas a la gestión del residuo) y teniendo en cuenta un conjunto de indicadores ambientales, entre otros, la huella de carbono (la totalidad de gases de efecto invernadero emitidos por un individuo, organización, evento o producto) y la huella hídrica (el volumen total del agua que se utiliza para producir determinados bienes). Asimismo, durante estos últimos años, el ACV se ha desarrollado a gran velocidad en el sector agroalimentario, especialmente para analizar la sostenibilidad de los sistemas agrícolas y de sus productos, y para guiar al consumidor hacia un consumo sostenible de alimentos.

Su importancia es tal que el Ciclo de Vida de Naciones Unidas (UNEP/SETAC Life Cycle Initiative) ha puesto en marcha el proyecto “Valor de la perspectiva del ciclo de vida en los envases de alimentación y bebidas: lecciones aprendidas tras 20 años de ACV”, una investigación con la cual pretende demostrar que “ los resultados de los ACV son útiles para que quienes hayan de decidir sobre qué tipo de envases promover y en qué circunstancias, en gobiernos o empresas, lo puedan hacer con mayor conocimiento sobre sus efectos ambientales, económicos y sociales”.