Colombia puso en marcha su nueva reglamentación de construcción sostenible

13.07.2015 | América Latina

El Ministro de Vivienda, Ciudad y Territorio de Colombia, Luis Felipe Henao Cardona, anunció la expedición del reglamento de Construcción Sostenible, orientado a establecer los parámetros y lineamientos técnicos relacionados con el uso eficiente de los recursos de agua y energía en nuevas edificaciones. La norma, que será obligatoria a partir de junio de 2016, establece porcentajes de ahorro en agua y energía que permitirán reducir los costos de los usuarios en pagos de servicios públicos.


El objetivo de esta reglamentación es lograr ahorros de hasta el 45% en el consumo de agua y energía mediante la incorporación de parámetros de sostenibilidad ambiental en el diseño y construcción de las nuevas edificaciones que se construyan en el país.

Según el Ministro de Vivienda, Luis Felipe Henao Cardona, “en Latinoamérica, Colombia es pionero en comprometerse con la transformación hacia el desarrollo sostenible. La norma, que será obligatoria a partir de junio de 2016, establece porcentajes de ahorro en agua y energía que permitirán reducir los costos de los usuarios en pagos de servicios públicos.

“En viviendas gratis la reglamentación será obligatoria y esperamos que en este primer año los constructores la adopten porque ya el otro año será obligatorio para todos”.

El titular de la cartera de Vivienda y Agua destacó proyectos de vivienda gratis como Finzenú en Montería que presenta un ahorro del 30 por ciento en agua y energía. “Esto se traduce en más dinero para la familia que lo puede invertir en alimentación u otros elementos fundamentales, con esto podemos tener una mayor clase media que es lo que finalmente buscamos, y ganar la guerra contra la pobreza”.

La expedición de este reglamento es producto de un proceso de cooperación entre el Ministerio de Vivienda Ciudad y Territorio, la Corporación Financiera Internacional (IFC) del Grupo Banco Mundial apoyada por la Embajada de Suiza, a través de la Secretaría de Estado para Asuntos Económicos de Suiza (SECO) y la Cámara Colombiana de la Construcción (CAMACOL).

De otro lado, Kristtian Rada, Líder del Programa de Ciudades y Gobiernos para Latinoamérica y el Caribe, de IFC señaló: “El incorporar diferentes medidas de ahorro en energía y agua permite, como estrategia de país, mitigar el impacto del cambio climático y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el sector de la construcción. Esto aportará a promover ciudades sostenibles en Colombia.”

Kristtian Rada también destacó que la construcción que más se hace ahora en Colombia es vivienda prioritaria y de interés social. “Lo que el Ministerio de Vivienda está mostrando es que se puede hacer una regulación inteligente que logre objetivos de país. Nosotros hemos hecho un seguimiento a la política de vivienda de interés social en Colombia y nosotros creemos que lo que ha venido haciendo el Presidente Santos y el Ministro Henao ha sido un cambio trascendental por la cantidad de este tipo de viviendas que se han construido pensando en las personas”, puntualizó Kristtian Rada.

Para el Embajador de Suiza en Colombia, Señor Kurt Kunz, la expedición de la reglamentación “es un paso concreto para el desarrollo sostenible de las ciudades. Suiza, a través de su programa de cooperación económica, seguirá apoyando los esfuerzos del Gobierno Colombiano para implementar su estrategia de crecimiento verde”.

Este esfuerzo es parte de un programa global que el Grupo Banco Mundial ha emprendido para ayudar a desarrollar reglamentos de construcción sostenible en Colombia, Indonesia, Bangladesh, Filipinas y Vietnam, entre otros.

Finalmente, Edwin Chirivi, Director de Estudios Económicos y delegado de la Presidente Ejecutiva de Camacol afirmó que: “además de los beneficios que en materia de reducción del consumo energético generará esta iniciativa sobre los nuevos desarrollos inmobiliarios, para el gremio es importante destacar la articulación institucional que se dio en el proceso mismo de expedición de la guía, ya que técnicamente se elaboró un diagnóstico regional, se construyó una línea base de consumo, se determinaron múltiples herramientas, todo esto sin desconocer las diferencias de los productos inmobiliarios, los impactos sobre la vivienda social, los incentivos y la transición para su puesta en marcha”.