Greepeace cruza a Pemex por derrames

07.11.2011 | América Latina

La Comisión Nacional de Hidrocarburos emitió un reporte en el que dio a conocer cifras sobre derrames de petróleo ocasionadas por PEMEX del año 2000 al 2010. Petróleos Mexicanos (Pemex) registra 1.33 percances por día lo que la coloca como responsable de la mayor cantidad de desastres ambientales en México. "No puede seguir ocasionando derrames con total impunidad" señaló la organización ambientalista Greenpeace.  


 

Noviembre 1, 2011.- Petróleos Mexicanos (Pemex) registra 1.33 percances por día lo que coloca a esta paraestatal como la responsable de la mayor cantidad de desastres ambientales en nuestro país, y no puede seguir ocasionando derrames con total impunidad, señaló la organización ambientalista Greenpeace.
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La Comisión Nacional de Hidrocarburos emitió un reporte en el que dio a conocer cifras sobre derrames de petróleo ocasionadas por PEMEX del año 2000 al 2010. Hasta ahora, según esta fuente, se han cuantificado 1190 derrames que suman 71.36 de barriles de petróleo.
“Sin embargo,  aún quedan 129 derrames que no se cuantificaron,, es decir; no sabemos con certeza cuánto petróleo derramado ha sido vertido, menos aún es posible conocer si Pemex emprendió o no acciones de remediación en la zona. Estas cifras no pueden ser ignoradas, nos hablan claramente acerca de la ineficacia de las operaciones de la paraestatal, así como de la total falta de regulaciones que sancionen y multen al organismo cuando ocurre algún vertido. Pemex impunemente puede contaminar ríos, ecosistemas completos, afectar personas, dañar comunidades y continuar operando”, indicó Beatriz Olivera coordinadora de la campaña de Energía y cambio climático de Greenpeace.
Un ejemplo más lo tenemos en el nuevo derrame de petróleo ocurrido este lunes en Veracruz y el cual contaminó al menos 3 kilómetros (km) del río Cazones que atraviesa la región montañosa del norte de Puebla y las planicies costeras del estado, para desembocar en el Golfo de México.
“No se trata sólo de derrames de crudo, se trata de afectaciones a la gente, a la salud, al medio ambiente y a la economía. La explotación de petróleo en México ha dejado impactos ambientales, sociales y económicos muy graves, sobre todo en zonas agrícolas y pesqueras dejando a las personas sin otro medio de subsistencia” alertó Olivera.
Greenpeace, desde 1993 ha documentado decenas de emergencias ambientales relacionadas con el petróleo. La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) informa, sin mayores especificaciones, que desde ese año y hasta 2007, en México ocurrieron 7 mil 279 percances (entre derrames, fugas y explosiones de Petróleos Mexicanos y otras compañías con actividad química), es decir, 485 al año o 1.33 por día.
Son precisamente los percances relacionados con Pemex los que ocupan el deshonroso primer lugar en los registros de emergencias ambientales, por su magnitud, repetición y efectos en el medio ambiente y las personas.
“Tan sólo en cuatro años, de 1997 a 2001, la paraestatal fue responsable de 57 por ciento del total de los accidentes registrados en el país. Los tres estados con mayor actividad petrolera en México, acapararon 88 por ciento de las emergencias con sustancias peligrosas: Veracruz, con 502 casos;  Campeche, con 419, y Tabasco, con 391.  Los estados más afectados por los derrames de Pemex a lo largo del tiempo, según el informe de la CNH, son Tabasco, Veracruz, Chiapas y Puebla“, indicó Olivera.
El Instituto Nacional de Ecología (INE), rememora algunos de los percances más grandes de la historia ligados a Pemex.
Fuga de fosgeno, en Poza Rica, Veracruz, 1950;
Derrame del Pozo Ixtoc I, en la Sonda de Campeche, 1979;
Explosión de gas propano, en San Juan Ixhuatepec, estado de México, 1984;
Explosión  en el drenaje de Guadalajara, Jalisco, 1992;
Explosión con etano plus en el complejo procesador de gas en Reforma, Chiapas, 1996;
Incendio de la terminal de Pemex, Satélite Norte, en San Juan Ixhuatepec, 1996.
Los impactos de un derrame de crudo tienen un efecto que puede durar décadas. Un año después del derrame del Prestige, en España, en 2002, la degradación del hidrocarburo fue muy baja, propiciando la contaminación de las costas, después de 10 años de la tragedia del Exxon Valdez, se demostró que los peces y mejillones que se distribuían cerca de donde ocurrió el derrame todavía estaban expuestos a hidrocarburos residuales en el ambiente.
En el Golfo de México, a más de un año del derrame ocasionado por la British Petroleum, el 80 por ciento del crudo aún no ha sido recuperado.
“Estos desastres dan muestra de que la industria petrolera no está preparada para responder rápida y eficazmente ante esta clase de eventos. México no debe ignorar los riesgos que corre al aventurarse en aguas profundas, sobre todo ante la falta de planes para actuar ante posibles emergencias. Por ello Greenpeace demanda la cancelación inmediata de nuevas perforaciones en el mar y la exploración de petróleo en fuentes no convencionales y de alto riesgo; acabar con los subsidios a los combustibles fósiles”, finalizó Olivera. 

Hasta ahora, según esta fuente, se han cuantificado 1190 derrames que suman 71.36 de barriles de petróleo.“Sin embargo,  aún quedan 129 derrames que no se cuantificaron,, es decir; no sabemos con certeza cuánto petróleo derramado ha sido vertido, menos aún es posible conocer si Pemex emprendió o no acciones de remediación en la zona. Estas cifras no pueden ser ignoradas, nos hablan claramente acerca de la ineficacia de las operaciones de la paraestatal, así como de la total falta de regulaciones que sancionen y multen al organismo cuando ocurre algún vertido. Pemex impunemente puede contaminar ríos, ecosistemas completos, afectar personas, dañar comunidades y continuar operando”, indicó Beatriz Olivera coordinadora de la campaña de Energía y cambio climático de Greenpeace.

“No se trata sólo de derrames de crudo, se trata de afectaciones a la gente, a la salud, al medio ambiente y a la economía. La explotación de petróleo en México ha dejado impactos ambientales, sociales y económicos muy graves, sobre todo en zonas agrícolas y pesqueras dejando a las personas sin otro medio de subsistencia” alertó Olivera.

Greenpeace, desde 1993 ha documentado decenas de emergencias ambientales relacionadas con el petróleo. La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) informa, sin mayores especificaciones, que desde ese año y hasta 2007, en México ocurrieron 7 mil 279 percances (entre derrames, fugas y explosiones de Petróleos Mexicanos y otras compañías con actividad química), es decir, 485 al año o 1.33 por día.

“Estos desastres dan muestra de que la industria petrolera no está preparada para responder rápida y eficazmente ante esta clase de eventos. México no debe ignorar los riesgos que corre al aventurarse en aguas profundas, sobre todo ante la falta de planes para actuar ante posibles emergencias. Por ello Greenpeace demanda la cancelación inmediata de nuevas perforaciones en el mar y la exploración de petróleo en fuentes no convencionales y de alto riesgo; acabar con los subsidios a los combustibles fósiles”, finalizó Olivera.