Investigación sobre filantropía de personas de alto patrimonio en la Argentina

31.10.2011 | Contratapa

El Cippec, financiado por la Fundación Antorchas, realizó un estudio sobre las opiniones, comportamiento y actitudes de los principales patrimonios de la Argentina para evaluar sus perfiles como potenciales donantes. Un extracto de la introducción y las conclusiones del trabajo.


 

La investigación presenta el informe final del estudio de opiniones y actitudes en relación a la filantropía de personas de alto patrimonio en la Argentina. Este informe se encuentra organizado a partir de las respuestas a las preguntas centrales del estudio: ¿De qué forma comienzan las personas de alto patrimonio a vincularse con instituciones de bien público?, ¿Por qué motivos las personas de alto patrimonio realizan donaciones?, ¿Cómo toman la decisión de realizar donaciones las personas de alto patrimonio y cuál es su destino?, ¿Qué características adoptan las acciones filantrópicas?, ¿Qué opiniones tienen las personas de alto patrimonio acerca del papel de la filantropía en la sociedad?.
Las actividades filantrópicas cumplen una función fundamental en el financiamiento del llamado Tercer Sector, el sector integrado por organizaciones y entidades que satisfacen necesidades colectivas o persiguen fines de carácter público a partir de la libre asociación, el aporte voluntario de sus miembros, y la movilización de recursos propios y de terceros. Las contribuciones de personas de alto patrimonio suelen representar una porción significativa del total de donaciones.
Como dato ilustrativo, las personas de mayor patrimonio realizan la mitad de total de las donaciones en Estados Unidos (Wolff, E. 1999). Si analizamos los datos comparativos sobre fuentes de ingresos de las organizaciones sin fines de lucro (Salamon, L. et al. 1999), observamos que la Argentina tiene una de las más altas dependencias de cuotas y pago de servicios (73%) como fuente de ingreso de los 21 países examinados, y un escaso financiamiento proveniente de donaciones (7%) o de aportes del sector público (20%).
Las implicancias de este modelo de financiamiento para las organizaciones sociales son significativas, ya que los aportes filantrópicos cumplen tres funciones importantes: a) brindan estabilidad económica frente a la inestabilidad del financiamiento público; b) permiten el acceso a servicios y bienes a sectores que no pueden pagar por ellos; c) facilitan el capital de riesgo para la experimentación e innovación en el campo social.
Partiendo de este contexto, el estudio tuvo como objetivo general conocer y describir el comportamiento filantrópico de individuos con alta capacidad contributiva, explorar las restricciones percibidas para la realización de donaciones más significativas, y analizar los factores que influyen en sus acciones filantrópicas. Este análisis debería servir de insumo para el desarrollo de estrategias orientadas a la promoción de la filantropía en nuestro país que permita consolidar las iniciativas privadas con fines públicos desarrolladas por las organizaciones sociales.
Con tal fin se armó un listado de diversas fuentes con alta probabilidad de que incluyera personas de alto patrimonio. Dicho listado fue estratificado en tres segmentos: personas con actividad filantrópica conocida, personas con actividad filantrópica desconocida, y jóvenes de alto patrimonio (menores de 35 años).
Uno de los objetivos de este trabajo estaba orientado a comprender las restricciones que operan sobre los individuos de alto patrimonio sin actividad filantrópica. 
Este estudio fue posible gracias a un subsidio otorgado por la Fundación Antorchas al Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) y fue realizado dentro del marco institucional de esta organización. El trabajo fue dirigido por el Dr. Gabriel Berger de la Universidad de San Andrés y el Lic. Nicolás Ducoté de CIPPEC y contó con la asistencia de la Lic. Lorena Reiss en la realización de entrevistas, presentación de los resultados y análisis del material relevado. 
La redacción del informe final se vio enriquecido por la lectura y discusión con varias personas que merecen nuestro reconocimiento. Mercedes Oris de Roa realizó aportes valiosos a las primeras versiones del informe y contribuyó a ordenar la presentación de los resultados. Jorge Walter de la Universidad de San Andrés, Alfred Vernis de ESADE (España), y Mercedes Jones de la Representación en Buenos Aires de la Fundación Avina.
Uno de los hallazgos más relevantes del estudio es que las temáticas o campos preferidos como destinos de las donaciones de las personas de alto patrimonio se encuentran relacionadas con la educación, aunque también se observan grupos orientados al apoyo del arte y cultura, y hacia temas ligados a la salud. Muchos de ellos han priorizado, frente al contexto de emergencia social que afectó al país, temas asistenciales, aunque seguramente éste ha sido un énfasis transitorio de sus acciones filantrópicas. 
Al indagar sobre los criterios para realiza donaciones, se observa un bajo grado de formalización en las decisiones filantrópicas, encontrándose que pocos de los entrevistados contaban con una estrategia y políticas claramente delineadas para sus donaciones con relación al tipo de causas y organizaciones que están dispuestos a priorizar, a considerar o a excluir. El tipo de comportamiento filantrópico puede ser considerado en general reactivo, respondiendo a pedidos de donación recibidos. Aunque muchos establezcan presupuestos o montos anuales para destinar a donaciones, son pocos los casos donde se han planteado una estrategia contributiva explícita.
Entre los motivos que llevan a realizar donaciones a las personas de alto patrimonio, los mencionados con mayor frecuencia en las entrevistas fueron la vocación personal o el sentimiento de responsabilidad por ayudar al prójimo o por generar mejoras en la vida de otras personas, la percepción de que están obligados a devolver a la sociedad las oportunidades que recibieron, a retribuir la ayuda recibida, o reparar las consecuencias no deseadas del éxito personal o empresario obtenido, o la convicción de que deben cumplir con un mandato religioso.
También fueron mencionados otros motivos: evitar daños eventuales futuros en una sociedad deteriorada, contribuir a crear una sociedad en la que pueda seguir desarrollando el proyecto personal o empresario, etc..

La investigación presenta el informe final del estudio de opiniones y actitudes en relación a la filantropía de personas de alto patrimonio en la Argentina. Este informe se encuentra organizado a partir de las respuestas a las preguntas centrales del estudio: ¿De qué forma comienzan las personas de alto patrimonio a vincularse con instituciones de bien público?, ¿Por qué motivos las personas de alto patrimonio realizan donaciones?, ¿Cómo toman la decisión de realizar donaciones las personas de alto patrimonio y cuál es su destino?, ¿Qué características adoptan las acciones filantrópicas?, ¿Qué opiniones tienen las personas de alto patrimonio acerca del papel de la filantropía en la sociedad?.

Las actividades filantrópicas cumplen una función fundamental en el financiamiento del llamado Tercer Sector, el sector integrado por organizaciones y entidades que satisfacen necesidades colectivas o persiguen fines de carácter público a partir de la libre asociación, el aporte voluntario de sus miembros, y la movilización de recursos propios y de terceros. Las contribuciones de personas de alto patrimonio suelen representar una porción significativa del total de donaciones.
Como dato ilustrativo, las personas de mayor patrimonio realizan la mitad de total de las donaciones en Estados Unidos (Wolff, E. 1999). Si analizamos los datos comparativos sobre fuentes de ingresos de las organizaciones sin fines de lucro (Salamon, L. et al. 1999), observamos que la Argentina tiene una de las más altas dependencias de cuotas y pago de servicios (73%) como fuente de ingreso de los 21 países examinados, y un escaso financiamiento proveniente de donaciones (7%) o de aportes del sector público (20%).

Las implicancias de este modelo de financiamiento para las organizaciones sociales son significativas, ya que los aportes filantrópicos cumplen tres funciones importantes: a) brindan estabilidad económica frente a la inestabilidad del financiamiento público; b) permiten el acceso a servicios y bienes a sectores que no pueden pagar por ellos; c) facilitan el capital de riesgo para la experimentación e innovación en el campo social.
Partiendo de este contexto, el estudio tuvo como objetivo general conocer y describir el comportamiento filantrópico de individuos con alta capacidad contributiva, explorar las restricciones percibidas para la realización de donaciones más significativas, y analizar los factores que influyen en sus acciones filantrópicas. Este análisis debería servir de insumo para el desarrollo de estrategias orientadas a la promoción de la filantropía en nuestro país que permita consolidar las iniciativas privadas con fines públicos desarrolladas por las organizaciones sociales.
Con tal fin se armó un listado de diversas fuentes con alta probabilidad de que incluyera personas de alto patrimonio. Dicho listado fue estratificado en tres segmentos: personas con actividad filantrópica conocida, personas con actividad filantrópica desconocida, y jóvenes de alto patrimonio (menores de 35 años).
Uno de los objetivos de este trabajo estaba orientado a comprender las restricciones que operan sobre los individuos de alto patrimonio sin actividad filantrópica. 
Este estudio fue posible gracias a un subsidio otorgado por la Fundación Antorchas al Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) y fue realizado dentro del marco institucional de esta organización. El trabajo fue dirigido por el Dr. Gabriel Berger de la Universidad de San Andrés y el Lic. Nicolás Ducoté de CIPPEC y contó con la asistencia de la Lic. Lorena Reiss en la realización de entrevistas, presentación de los resultados y análisis del material relevado. 

La redacción del informe final se vio enriquecido por la lectura y discusión con varias personas que merecen nuestro reconocimiento. Mercedes Oris de Roa realizó aportes valiosos a las primeras versiones del informe y contribuyó a ordenar la presentación de los resultados. Jorge Walter de la Universidad de San Andrés, Alfred Vernis de ESADE (España), y Mercedes Jones de la Representación en Buenos Aires de la Fundación Avina.
Uno de los hallazgos más relevantes del estudio es que las temáticas o campos preferidos como destinos de las donaciones de las personas de alto patrimonio se encuentran relacionadas con la educación, aunque también se observan grupos orientados al apoyo del arte y cultura, y hacia temas ligados a la salud. Muchos de ellos han priorizado, frente al contexto de emergencia social que afectó al país, temas asistenciales, aunque seguramente éste ha sido un énfasis transitorio de sus acciones filantrópicas. 
Al indagar sobre los criterios para realiza donaciones, se observa un bajo grado de formalización en las decisiones filantrópicas, encontrándose que pocos de los entrevistados contaban con una estrategia y políticas claramente delineadas para sus donaciones con relación al tipo de causas y organizaciones que están dispuestos a priorizar, a considerar o a excluir. El tipo de comportamiento filantrópico puede ser considerado en general reactivo, respondiendo a pedidos de donación recibidos. Aunque muchos establezcan presupuestos o montos anuales para destinar a donaciones, son pocos los casos donde se han planteado una estrategia contributiva explícita.

Entre los motivos que llevan a realizar donaciones a las personas de alto patrimonio, los mencionados con mayor frecuencia en las entrevistas fueron la vocación personal o el sentimiento de responsabilidad por ayudar al prójimo o por generar mejoras en la vida de otras personas, la percepción de que están obligados a devolver a la sociedad las oportunidades que recibieron, a retribuir la ayuda recibida, o reparar las consecuencias no deseadas del éxito personal o empresario obtenido, o la convicción de que deben cumplir con un mandato religioso.
También fueron mencionados otros motivos: evitar daños eventuales futuros en una sociedad deteriorada, contribuir a crear una sociedad en la que pueda seguir desarrollando el proyecto personal o empresario, etc..