La Generación Y busca trabajos con "sentido" y con objetivos de sustentabilidad

22.10.2013 | América Latina

Según el estudio Jóvenes y Sostenibilidad realizado por Gestión Social y Acción RSE, los jóvenes de entre 18 y 25 años ya no están satisfechos con trabajar para ganar un sueldo y las motivaciones económicas ya no son las primordiales. Ser emprendedor y tener un negocio propio son las nuevas opciones buscadas por los jóvenes. Esta generación se preocupa más por el medio ambiente, buscan trabajos con sentido y que se involucren con cuestiones de sustentabilidad.


Ser emprendedor y tener un negocio propio en desmedro de trabajar en grandes empresas y entrar a una carrera porque realmente le gusta más que por el nivel de empleabilidad o el sueldo a recibir, fueron algunos de las principales resultados del estudio de Jóvenes y Sostenibilidad realizado por Gestión Social y Acción RSE a 2.383 universitarios de instituciones tradicionales y privadas de Santiago y Concepción.

“Queríamos saber qué está pasando con las generaciones que están entrando al mercado laboral, por qué parece que se están cambiando tan rápido de trabajo, por qué pareciera que no están tan conformes”, explica la socióloga y líder de la investigación Elisa Piña.

Entre los datos que arroja el estudio, dice que la primera prioridad de los jóvenes es ser independientes, en segunda instancia les gustaría trabajar en el mundo público y, en tercer lugar, en la empresa privada.

De hecho, su opinión respecto de las empresas no es la mejor. El 82% cree que  sólo se preocupan de maximizar sus beneficios a expensas del bienestar de las personas y el medioambiente. El 67% cree que en general tienen malas prácticas hacia los consumidores y el 52% ha evitado comprar un producto en rechazo a una empresa.

Que ellos tengan esta opinión no significa que no esperen algo de las empresas. A la pregunta ¿quiénes crees que son los responsables en lograr una sociedad con mejor calidad de vida en lo económico, social y ambiental?, respondieron en primer lugar el estado, luego los ciudadanos y en tercer lugar las empresas.

“Otras organizaciones como las ONGs o las universidades quedan mucho más atrás. Es decir, por un lado esperan de las empresas una contribución a la sociedad que va más allá de su rol tradicional de sólo dar trabajo, pero por otro lado (pregunta anterior) ven que éstas solo se preocupan de maximizar sus beneficios y no tienen prácticas responsables con los consumidores”, agrega Elisa Piña.

Otros datos relevantes muestran que las motivaciones económicas no son las primordiales para ellos. Por ejemplo, el 44% eligió su carrera por intereses o gusto y sólo un 8% lo hizo porque le permitirá ganar un buen sueldo, mientras que un 4% la eligió porque le permitiría encontrar trabajo rápidamente.

La intención se replica en la pregunta sobre sus prioridades a la hora de buscar un trabajo. Entre una lista de opciones, la primera fue “poder hacer lo que me gusta”. Un 3% priorizaría que le paguen mejor que en otros lados, un 2% que sea un cargo donde tenga que liderar a otras personas y un 1% busca que sea un cargo importante en el campo propio de la carrera

“Nuestra experiencia nos dice que hoy las organizaciones están buscando alternativas para satisfacer a los jóvenes que responden más bien a las lógicas tradicionales de ascenso vertical, beneficios o voluntariados y hoy la exigencia es de un trabajo con sentido hagan lo que hagan, porque el trabajo es parte fundamental de nuestra identidad. Las empresas normalmente invitan a los jóvenes a sumarse a su cultura. Lo que necesitan hacer es dejarse permear por los valores de las nuevas generaciones para adaptarse y sobrevivir”, explica Juan Pedro Pinoche, gerente general de Gestión Social.

“Los jóvenes tienen un sensibilidad distinta a las generaciones anteriores sobre temas de sostenibilidad y por su parte, el mundo de las empresas, muchas veces no demuestra un interés genuino en estas nuevas miradas y motivaciones personales. Por eso la academia debe incorporar la sostenibilidad en su lógica de acción, y por eso presentar este estudio en el marco del Primer Encuentro de Campus Sustentable que se realizará el próximo 24 de octubre, es una señal y un llamado a las universidades a ser generadores de esas herramientas formales que los nuevos profesionales deben tener”, agrega Eduardo Ordóñez, gerente de desarrollo de Acción RSE.

Para Ignacio Larraechea, gerente general de AcciónRSE, “la posibilidad de que Chile transite hacia un modelo de sostenibilidad pasa en gran medida por las convicciones y la formación de los nuevos profesionales”. De ahí que desde ahí estén implementando diversas iniciativas orientadas a este segmento. “Por ejemplo, cuenta, hemos instituido la cátedra Acción RSE para incorporar contenidos de desarrollo sustentable en cursos de la malla de la carrera de ingeniería comercial; asimismo, apoyamos “prácticas sociales” de futuros ingenieros comerciales que egresan de la Universidad de Chile. Es en ese marco que hemos impulsado este estudio”.