Se incrementó un 17% el fraude corporativo

04.07.2011 | América Latina

8 de cada 10 empresas han padecido cuando menos un fraude en los últimos 12 meses. El daño económico promedio por cada fraude reportado fue de $850,000 pesos mexicanos. Los daños más significativos son causados por miembros de la Alta Dirección (51%) Son datos de la “Encuesta de Fraude en México 2010” realizada por la auditora KPMG en México.


 

El daño económico promedio por cada uno de los fraudes reportados en los últimos doce meses fue de $850,000 pesos (en comparación con los $650,000 pesos promedio a nivel de América Latina). Así, mientras que para el 2008 el daño económico anual estimado de fraudes para el sector privado en México fue de $11,700 millones de pesos, para el 2010 la cifra aumentó a $18,200 millones de pesos, de acuerdo con la “Encuesta de Fraude en México 2010” realizada por KPMG en México.
KPMG, firma multidisciplinaria que provee servicios profesionales de Auditoría, Impuestos y Asesoría, aplicó por segunda ocasión su Encuesta de Fraude en México, a 286 directivos de empresas que operan en México con el objetivo de conocer más a fondo la incidencia y el impacto que tienen los fraudes en el sector empresarial del país, pues afirma que sólo con un conocimiento cabal de este tipo de delito, las compañías podrán ser más efectivas en sus esfuerzos de prevención, detección y respuestas adecuadas ante situaciones de fraude.
En comparación con el 2008, la incidencia de fraudes cometidos por empleados de las propias empresas afectadas se incrementó significativamente al pasar de 60% a 77%. En cuanto a la ubicación del defraudador dentro de la compañía, destaca el área de Compras (23%) como la más vulnerable a padecer el mayor número de fraudes, seguida de las áreas de Almacén (15%) y Producción (12%). Sin embargo, los fraudes que mayor daño económico ocasionaron a las empresas afectadas, fueron aquellos quebrantos cometidos por la Dirección General (29%), seguidos por las áreas de Contabilidad y Administración (21%). 
En comparación con el 2008, la incidencia de fraudes cometidos por empleados de las propias empresas afectadas se incrementó significativamente al pasar de 60% a 77%. En cuanto a la ubicación del defraudador dentro de la compañía, destaca el área de Compras (23%) como la más vulnerable a padecer el mayor número de fraudes, seguida de las áreas de Almacén (15%) y Producción (12%). Sin embargo, los fraudes que mayor daño económico ocasionaron a las empresas afectadas, fueron aquellos quebrantos cometidos por la Dirección General (29%), seguidos por las áreas de Contabilidad y Administración (21%).
Shelley Hayes, Socia a Cargo de la Práctica Forensic de KPMG en México, comentó: “Los datos obtenidos nos indican que el tipo de fraude más frecuente en las empresas que opera en el país sigue siendo la malversación de activos. Sin embargo, los fraudes que mayor daño están causando a las empresas afectadas son los fraudes en estados financieros. Esto nos revela una situación urgente de control y supervisión sobre los mandos directivos de las empresas, porque los fraudes en estados financieros necesariamente requieren de la participación de altos directivos”.

El daño económico promedio por cada uno de los fraudes reportados en los últimos doce meses fue de $850,000 pesos (en comparación con los $650,000 pesos promedio a nivel de América Latina). Así, mientras que para el 2008 el daño económico anual estimado de fraudes para el sector privado en México fue de $11,700 millones de pesos, para el 2010 la cifra aumentó a $18,200 millones de pesos, de acuerdo con la “Encuesta de Fraude en México 2010” realizada por KPMG en México.

KPMG, firma multidisciplinaria que provee servicios profesionales de Auditoría, Impuestos y Asesoría, aplicó por segunda ocasión su Encuesta de Fraude en México, a 286 directivos de empresas que operan en México con el objetivo de conocer más a fondo la incidencia y el impacto que tienen los fraudes en el sector empresarial del país, pues afirma que sólo con un conocimiento cabal de este tipo de delito, las compañías podrán ser más efectivas en sus esfuerzos de prevención, detección y respuestas adecuadas ante situaciones de fraude.

En comparación con el 2008, la incidencia de fraudes cometidos por empleados de las propias empresas afectadas se incrementó significativamente al pasar de 60% a 77%. En cuanto a la ubicación del defraudador dentro de la compañía, destaca el área de Compras (23%) como la más vulnerable a padecer el mayor número de fraudes, seguida de las áreas de Almacén (15%) y Producción (12%). Sin embargo, los fraudes que mayor daño económico ocasionaron a las empresas afectadas, fueron aquellos quebrantos cometidos por la Dirección General (29%), seguidos por las áreas de Contabilidad y Administración (21%). 

En comparación con el 2008, la incidencia de fraudes cometidos por empleados de las propias empresas afectadas se incrementó significativamente al pasar de 60% a 77%. En cuanto a la ubicación del defraudador dentro de la compañía, destaca el área de Compras (23%) como la más vulnerable a padecer el mayor número de fraudes, seguida de las áreas de Almacén (15%) y Producción (12%). Sin embargo, los fraudes que mayor daño económico ocasionaron a las empresas afectadas, fueron aquellos quebrantos cometidos por la Dirección General (29%), seguidos por las áreas de Contabilidad y Administración (21%).

Shelley Hayes, Socia a Cargo de la Práctica Forensic de KPMG en México, comentó: “Los datos obtenidos nos indican que el tipo de fraude más frecuente en las empresas que opera en el país sigue siendo la malversación de activos. Sin embargo, los fraudes que mayor daño están causando a las empresas afectadas son los fraudes en estados financieros. Esto nos revela una situación urgente de control y supervisión sobre los mandos directivos de las empresas, porque los fraudes en estados financieros necesariamente requieren de la participación de altos directivos”.