"Las empresas de energía que no entren en la tendencia de generación distribuida y no se transformen digitalmente van a desaparecer"

22.08.2018 | Energía

Jesús Sánchez, VP de Marketing de OPEN SYSTEMS, empresa que brinda soluciones y optimiza el trabajo de empresas públicas y de telecomunicaciones a través de la tecnología, estuvo en Argentina, participando del ciclo de conferencias de la Asociación de Distribuidores de Energía Eléctrica de la República Argentina (ADEERA). En esta oportunidad, trataron grandes temáticas que impactan en las empresas eléctricas: prosumidores y su impacto en la gestión comercial y su regulación, en segundo lugar, la transformación digital que se viene para atender las nuevas tendencias.


Los prosumidores y la transformación digital de las empresas eléctricas, están siendo impulsados por la preocupación a nivel mundial por el cambio climático y la desaparición de los combustibles fósiles”, comienza explicando Sánchez para ComunicaRSE. “En este contexto, y ante estas preocupaciones, el Consejo Mundial de Energía, ha encontrado que la solución sea lograr un consumo más eficiente de la energía eléctrica. Pero para ello es necesario el desarrollo de tecnologías que apunten a mediciones inteligentes del consumo”.

¿Qué cambios se vienen en las empresas eléctricas?

Los impactos se ven en varios puntos, por un lado, las empresas van a tener que facilitar a los clientes la compra de estos elementos, como paneles y medidores, eso va a impactar los sistemas de facturación, donde el cliente va a poder ver su consumo minuto a minuto, por lo tanto, otro cambio son los sistemas de medición. También, si hay más prosumidores, se va a cambiar la forma de cómo se calcula el consumo de un cliente, que deberá incorporar la diferencia entre lo que consume y lo que devuelve a la red. 

Siguiendo esta línea, en la medida que haya más desarrollo de esta tecnología de medición inteligente y programas de eficiencia energética, las compañías van a tener que ofrecer nuevos productos y servicios, como por ejemplo, el incremento de los vehículos eléctricos, en este aspecto, las compañías tienen una oportunidad de ofrecer planes para que los vehículos sean cargados en horas de menor consumo (horas valle) y que incluso posibiliten que la energía almacenada en la batería del vehículo pueda ser usada en algún momento de alta demanda, es decir, que se pueda devolver a la red. Esto generaría eficiencia para la empresa y un mejor servicio para la comunidad.

Otra posibilidad es que, existan dispositivos inteligentes que permitan un telecontrol a las empresas eléctrica para que pueda apagar y prender el sistema de enfriamiento de las oficinas y empresas bajo ciertos parámetros. 

El internet de las cosas es un factor fundamental en este desarrollo..

Sí,una de las tecnologías que permite esto es el Internet de las cosas (IoT) y a futuro el Internet del Todo (IoE). Cada vez hay más aparatos inteligentes y ya están apareciendo tecnologías de casas automatizadas donde se puede calcular el consumo de energía en ciertas horas y buscar horas valles, que se traduce en facturas más económicas. 

Podemos nombrar, como ejemplo, los nuevos lavarropas. que se pueden programar para que se activen en horas valle, pero si todos programan los lavarropas a la madrugada, en horarios de bajo consumo, la demanda se vuelva alta y se pierde el ahorro, en cambio, si la empresa tiene permiso para encender el lavarropas, puede seleccionar que se prendan en diferentes horarios y así mantener el consumo balanceado. De esta manera, la red se autorregula.

Por lo tanto, este tipo de herramientas y desarrollos lo deben implementar las empresas de energías eléctricas. Es una gran oportunidad, entrar en estos nuevos modelos, ya que permite ser más eficientes darle mayor participación a la comunidad, empezar a pensar en un modelo que beneficien la calidad del servicio.

Y con respecto a las energías renovables, ¿cómo impacta su desarrollo?

El desarrollo de energías renovables va a tener un incremento. En algunos países se les viene apostando al desarrollo de energías renovables y ya han tenido que ajustar sus marcos regulatorios, para que las compañías puedan ir creciendo paulatinamente.

Aunque una inversión en una granja solar o en generación eólica no va a reemplazar una generadora térmica, ya que se requiere una inversión muy grande y no es muy viable, algunos países están incentivando que haya pequeños generadores de energías renovables, en los cuales los distribuidores y los comercializadores puedan comprar el excedente de energía a esas compañías. Así, el modelo se vuelve viable. 

En Argentina, hay muchas oportunidades, ya que hay mucho territorio con diferentes características para el desarrollo tanto de energía solar como eólica. Asimismo, los prosumidores y la generación distribuida permiten hacer frente a las tarifas. 

Dentro de los desafíos, se ubica el rol del gobierno, ¿Cómo debe ser su participación?

Como todo cambio tecnológico, la regulación va a atrás de la tecnología. El papel del Gobierno es fundamental y debe generar impacto en las políticas públicas, por lo tanto, el regulador tiene que establecer cómo incentivar la adopción de la energía y lograr el balance entre los sistemas. Además, tiene que hacer el papel de mediador, apuntando a conciliar las posibilidades tecnológicas con el momento del país para la inversión.

En Latinoamérica, las regulaciones se están poniendo al día para fomentar su adopción. En países como Colombia y Chile ya está regulado la participación de los prosumidores y cómo se le rebaja de su cuenta la inyección de energía a la red.

¿Cuál es la tendencia mundial?

Hay varias tendencias: primero, la descarbonización de la energía, dejar atrás los combustibles fósiles, que son caros y contaminantes; segundo, la descentralización de energía, que desde nuestras casas o negocios podamos generar; en tercer lugar, la regionalización de la energía, es decir, la integración de las redes eléctricas en el país, y por último, es la digitalización, donde estamos trabajando con las empresas de distribución y comercialización.

Todo apunta a que el cliente final tiene que ser parte de la solución, que pueda invertir en paneles, en baterías y participar de la generación distribuida y así ayudar a combatir el cambio climático. Pero debe recibir incentivos o por lo menos facilidades, para que pueda entrar en los procesos de generación y distribución, y además se necesita la tecnología.

¿Qué plazos se establecen su masificación?

Con respecto a los plazos, en EE.UU y en algunos países de Europa ya hay más de 70% de usuarios con smart meters y la cantidad de prosumidores vienen incrementando. En Latinoamérica, países como Chile establecieron un plazo de 7 años. Por lo tanto, estimamos que entre cinco y diez años la generación distribuida debería estar masificada.

Podemos afirmar que es una tendencia que se volvió realidad, las empresas que no entren en la tendencia de prosumidores o generación distribuida y no se transformen digitalmente para atender a sus nuevos mercados van a desaparecer. 

¿Cuál es su rol en este cambio de transformación digital? ¿Cómo es su trabajo en el tema?

Primero, nosotros ofrecemos soluciones para que las compañías sean más eficientes, mejoren la atención del cliente, y mejoren la calidad de facturación. Para ello ofrecemos la herramienta Open SmartFlex, que les facilita el servicio a las compañías para que el cliente final puede ver sus consumos en línea, sus curvas de consumo, decisiones respecto al uso de energía.

Por otro lado, vamos a seguir trabajando con ADEERA para mejorar los procesos y transmitir conocimiento. Por otro lado, tenemos un plan de expansión en Argentina, donde estaremos conversando con las empresas eléctricas, de agua y de gas para apoyarlas en esta transformación digital.

 

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