En el transcurso de la construcción del Plan de Expansión del Sistema de Transporte de Energía, la empresa Transportadora de Energía de Centroamérica (Trecsa) ha llevado a cabo diversas acciones estratégicas para optimizar los trazos de tendido eléctrico y al mismo tiempo que mejoró los estándares ambientales de su gestión.

A partir del 2017 la empresa empezó a utilizar drones para el tendido de las líneas de transmisión de energía eléctrica, con lo que han reducido la necesidad de hacer el despeje de árboles para movimiento de personas y maquinaria. 

De este modo se reduce la necesidad de intervenir sobre los bosques, logrando que el proceso sea más eficiente e impactando en menor grado a las especies de flora y fauna. Además, se reduce el riesgo de erosión de los suelos y también se mejora la captación e infiltración de agua en los mantos freáticos.

“Estimamos que con el número de hectáreas de bosque que se han logrado conservar, es posible reducir la huella de carbono entre las 188.61 y 306.49 toneladas de dióxido de carbono equivalente al año, mejorando la calidad del aire y oxígeno para aproximadamente 1,445 personas anualmente” indicó Rodrigo Ronquillo, Gerente de Desarrollo Sostenible de Trecsa.

En 2017, la empresa se empezó a replantear los procesos constructivos, incorporar nuevas tecnologías y fortalecer el enfoque de prevención y reducción de impactos ambientales. Como indicador de éxito, Trecsa reporta que en el inicio del proyecto se habían identificado 38.47 hectáreas con riesgo a erosión, de las cuales el 77.38% han sido conservadas a partir de este programa. 

En otro componente de esta estrategia ambiental, la empresa impulsa un activo programa de voluntariado corporativo localizado en acciones de reforestación.  A 2019, la empresa reportaba 1800 arboles sembrados solo en sus sedes Buena Vista y Vuelta Grande. 

Trecsa, es filial del Grupo Energía Bogotá (GEB),  una multilatina con más de 120 años de historia, líder en energía eléctrica y gas natural, con presencia en Colombia, Perú, Brasil y Guatemala. A través de sus empresas propias y participación en grandes compañías, está en toda la cadena de valor de la energía.